Bajar al Port Olímpic algún domingo a comer es casi una tradición barcelonesa. A pocos metros del mar y de la playa, cocina mediterránea con horario ininterrumpido para que la familia disfrute sin estrés de las generosas raciones con sabor marinero. Amplios salones y terrazas cubiertas.
Si quieres formar parte de este proyecto, ponte en contacto con el Gremio de Restauración de Barcelona